Moley, el increíble robot de cocina que imita a los mejores chefs
En un futuro muy cercano, cuando en un restaurante cedamos a esa costumbre tan española de querer entrar en la cocina para felicitar al chef, es probable que seamos incapaces de hacerlo a no ser que sepamos algún lenguaje de programación. Porque tras los fogones, en lugar de alguien con gorro de cocinero, encontraremos un robot. Tal vez lo del lenguaje de programación sea un poco exagerado… porque el robot nos entenderá de todas formas. De hecho ese prodigio ya existe y puedes comunicarte con él a través de una pantalla táctil o una aplicación móvil.
Hasta hace bien poco la idea de un robot cocinero pertenecía tan sólo al terreno de la imaginación, y no con muy buenos resultados. Bender, uno de los protagonistas de la serie Futurama, logró convertirse en un chef de éxito durante uno de los episodios; y Wallace (el inseparable compañero de Grommit) inventó en una ocasión un robot para preparar el desayuno con consecuencias catastróficas. En la actualidad, sin embargo, las máquinas ocupan prácticamente cualquier espacio de nuestra vida cotidiana, y la cocina no iba a quedarse al margen.
Lo que hasta ahora conocíamos como robot de cocina no pasaba de ser un aparato capaz de triturar, cocer, batir y freír alimentos. Una máquina útil pero muy alejada de la imagen que tenemos de un robot. Lo de Moley es completamente distinto, ya que se trata de una cocina con todo lo necesario (horno microondas y vitrocerámica incluida) que despliega dos brazos robóticos de alta precisión capaces de hacer el trabajo completo… y limpiar después. El creador de este robot es Mark Oleynik, un matemático y programador que está convencido de que su idea será un éxito porque, gracias a Moley, cualquiera podrá tener acceso a comer platos realizados por los mejores cocineros del mundo. Al fin y al cabo, asegura Oleynik, el secreto de los chefs está en su imaginación: si fuéramos capaces de tener exactamente la misma materia prima, con idénticas cantidades, los mismos procesos de cocinado y los movimientos exactos para llevar a cabo las recetas (incluido el emplatado), todos podríamos realizarlos. Y eso es lo que hace Moley, puesto que primero captura los movimientos de los cocineros para reproducirlos después; aunque esa precisión mecánica nunca podrá sustituir, según Oleynik, la creatividad de un verdadero maestro de la cocina.
Transcripción de la conversación
MARK OLEYNIK
00:19
¿Por qué creo que es importante para los consumidores? Por un lado, tienes acceso a la cabeza de los grandes chefs y puedes probar sus recetas. Es algo que podría pasar a formar parte de tu vida diaria, lo que actualmente no es posible.
El robot sin un chef detrás no es nada, porque por sí mismo no sabe cocinar. La máquina sabe seguir instrucciones, pero no puede crearlas, porque la máquina no tiene sensibilidad.
El robot sin un chef detrás no es nada, porque por sí mismo no sabe cocinar. La máquina sabe seguir instrucciones, pero no puede crearlas, porque la máquina no tiene sensibilidad.
MARK OLEYNIK
01:20
Si quieres un plato idéntico al de cualquier chef del mundo, hay que copiar el proceso. Es decir, que hay que tener las mismas condiciones de inicio para cocinar, los mismos ingredientes, el mismo material, las mismas dimensiones, las mismas operaciones al mismo tiempo. Por eso hemos hecho el diseño arquitectónico, porque nos permite imitar todas las partes del proceso de elaboración. Siempre hará falta un chef para crear la receta, pero una vez creada, la puedes copiar.
Tenemos un sistema de cámara en tres dimensiones que captura los movimientos del chef, los registra en el ordenador, de ahí se traducen a lenguaje corporal y el robot los reproduce. Claro que habrá veces que quieras cocinar tú mismo, porque te encuentras con ánimo para ello, porque tienes tiempo o porque te interesa. Pero ¿qué puedes hacer si no tienes tiempo, si no tienes interés o si no te apetece? Tendrás que comer igual... Puedes pedirle al robot que la cena esté lista a las cinco.
Tenemos un sistema de cámara en tres dimensiones que captura los movimientos del chef, los registra en el ordenador, de ahí se traducen a lenguaje corporal y el robot los reproduce. Claro que habrá veces que quieras cocinar tú mismo, porque te encuentras con ánimo para ello, porque tienes tiempo o porque te interesa. Pero ¿qué puedes hacer si no tienes tiempo, si no tienes interés o si no te apetece? Tendrás que comer igual... Puedes pedirle al robot que la cena esté lista a las cinco.
MARK OLEYNIK
02:47
Evidentemente, hay que tener los ingredientes primero. El robot los puede pedir para que los recibas en casa. Una vez los pongas en la cocina, el robot los puede usar.
En nuestro producto, los brazos se pueden guardar en la parte superior, de modo que puedes usar la cocina de ambas formas: puedes usarla como una cocina normal, o puedes activar el modo robótico. Este dispositivo te aporta libertad, te da una alternativa: cocinar o no cocinar.
En nuestro producto, los brazos se pueden guardar en la parte superior, de modo que puedes usar la cocina de ambas formas: puedes usarla como una cocina normal, o puedes activar el modo robótico. Este dispositivo te aporta libertad, te da una alternativa: cocinar o no cocinar.
MARK OLEYNIK
03:43
Si quieres comprar una cocina para tu casa, puedes comprarla con el robot integrado. Todavía es difícil determinar su coste dado que aún está en desarrollo, pero entrará dentro del rango actual de precios de las cocinas. Lo que queremos es vender nuestra cocina dentro del mismo rango de precios que existe actualmente en el mercado.
Vamos a crear un almacenamiento en la nube para las recetas. Esta cocina será también una buena herramienta comercial para los chefs, es decir: podrán crear recetas y luego venderlas a los usuarios de estas plataformas. Es como un restaurante, solo que en un restaurante, le vendes tu receta a unas, no sé, cien personas. En este caso, tienes la posibilidad de vendérsela a miles de personas. Podrías ganar bastante dinero, porque cualquiera podría comprar la receta en iTunes por un euro.
Vamos a crear un almacenamiento en la nube para las recetas. Esta cocina será también una buena herramienta comercial para los chefs, es decir: podrán crear recetas y luego venderlas a los usuarios de estas plataformas. Es como un restaurante, solo que en un restaurante, le vendes tu receta a unas, no sé, cien personas. En este caso, tienes la posibilidad de vendérsela a miles de personas. Podrías ganar bastante dinero, porque cualquiera podría comprar la receta en iTunes por un euro.
Fuente: Maruxa Ruiz del Árbol | Cristina del Moral