COMUNICACIÓN, DEPORTE, OCIO ELECTRÓNICO, TECNOLOGÍA, TELEVISIÓN
Retransmisiones inmersivas para vivir el deporte como dentro de un estadio
Escribió Eduardo Galeano en ‘El fútbol a sol y sombra’ -un libro que es al mismo tiempo un canto de amor al deporte y una reivindicación de la dignidad de los menos favorecidos- que los estadios siempre están vivos porque guardan la memoria de las gestas cosechadas y las lágrimas de las afrentas sufridas. “¿Ha entrado usted, alguna vez, a un estadio vacío? -pregunta el escritor uruguayo- Haga la prueba. Párese en medio de la cancha y escuche. No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie”.
La nostalgia de la pasión vivida en el estadio fue lo que llevo a Andre Lorenceau a lanzarse a la aventura de montar un sistema de realidad virtual. Puede que haya a quien relacionar la tecnología con algo tan rudo, primitivo incluso, como la euforia que se desata en las gradas le resulte extravagante. Pero Lorenceau, que experimentó animando a la escuadra de fútbol americano de la Universidad de Texas una suerte de epifanía, supo, durante el tiempo que pasó trabajando en Corea del Sur, lo que era sufrir la melancolía de no poder compartir con otros las glorias de su equipo. Aquella experiencia -y los conocimientos adquiridos trabajando en proyectos de realidad virtual para compañías como Samsung- fue la génesis de LiveLike, una aplicación capaz de convertir el salón de tu casa en un palco exclusivo de un estadio.
A través de vídeos es 360, audio en HD y contenidos interactivos, LiveLike consigue una experiencia inmersiva única con algo tan sencillo como un smartphone. Pero lo que realmente diferencia la propuesta de Lorenceau y sus socios de otras similares es su componente social. En LiveLike han entendido que lo que hace del deporte profesional un espectáculo colosal no es únicamente el desempeño de los deportistas sino, sobre todo, la posibilidad de vivirlo con otros: de abrazarte, reír, llorar y vibrar junto a quienes comparten la misma pasión. Volvemos a alguien que nunca se colocó un dispositivo de realidad virtual, pero explicó como nadie esa sensación de compartir el deporte; escribió Galeano: “El hincha agita el pañuelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales son tramposos”.
Fuente: one
Fuente: one