Descubierto un nuevo planeta a 11 años luz que puede albergar vida
Se llama Ross 128 b y es el segundo planeta más templado y más cercano a la Tierra tras Próxima b
Un nuevo planeta, Ross 128 b, se acaba de sumar a la lista de candidatos en la búsqueda de indicios de vida más allá del Sistema Solar. El Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés) ha informado del descubrimiento de este nuevo planeta templado del tamaño de la Tierra a tan sólo 11 años luz de nuestro planeta, lo que lo convierte en el segundo planeta más templado y más cercano a la Tierra tras Próxima b. Además, Ross 128 b es el más cercano descubierto que orbita una estrella enana roja inactiva, Ross 128, en la constelación de Virgo, "lo que puede aumentar las probabilidades de que se trate de un planeta que, potencialmente, pudiera albergar vida", según ESO.
El equipo que ha realizado el descubrimiento ha utilizado un instrumento único en su clase, el cazador de planetas Harps de ESO, instalado en el Observatorio La Silla (Chile). Ross 128 b será un blanco perfecto para el Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, que será capaz de buscar biomarcadores en su atmósfera. "Ross 128b está muy cerca, lo que nos permitirá verlo con un telescopio como el ELT, en construcción para 2025", explica a AFP Xavier Bonfils, astrónomo del Observatorio de Ciencia del Universo de Grenoble.
Este exoplaneta de baja masa orbita Ross 128 cada 9,9 días. Ross 128 es la estrella cercana "más tranquila" que alberga un exoplaneta templado de este tipo. Se espera que este mundo sea templado, con una temperatura superficial que también podría ser similar a la de la Tierra. "Este descubrimiento se basa en más de una década de seguimiento intensivo con el instrumento Harps, junto con reducción de datos y técnicas de análisis de última tecnología", explica el coautor del artículo, Nicola Astudillo-Defru, del Observatorio de Ginebra.
Pese a ser de las más comunes, las enanas rojas son uno de los tipos de estrella más frías y débiles del universo. Esto hace que sean muy buenos objetivos para la búsqueda de exoplanetas y por eso están siendo cada vez más estudiadas. Muchas estrellas enanas rojas, como Próxima Centauri, emiten llamaradas que, ocasionalmente, bañan de letal radiación ultravioleta y de rayos X a los planetas que las orbitan. Sin embargo, parece que Ross 128 es una estrella mucho más tranquila, de manera que sus planetas podrían ser la morada conocida más cercana para albergar vida.
Aunque está a 11 años luz —un año luz equivale a 9.460 millones de kilómetros— de la Tierra, Ross 128 se mueve hacia ella y se espera que se convierta en una vecina estelar más cercana en 79.000 años, un "parpadeo en términos cósmicos", según asegura la ESO, que destaca que "para entonces, Próxima b será destronado y Ross 128 b pasará a ser el exoplaneta más cercano a la Tierra".
Con los datos de Harps, el equipo descubrió que Ross 128 b orbita 20 veces más cerca de su estrella que la distancia a la que la Tierra orbita del Sol. A pesar de esta proximidad, el planeta recibe sólo 1,38 veces más radiación que la Tierra. Como resultado, se estima que la temperatura de equilibrio de Ross 128 b se encuentra entre -60 y 20 grados centígrados, debido a la naturaleza débil y fría de su pequeña estrella enana roja, que tiene poco más que la mitad de la temperatura superficial del Sol.
Mientras que los científicos involucrados en este descubrimiento consideran que Ross 128 b parece ser un planeta templado, sigue habiendo incertidumbre en cuanto a si se encuentra dentro, fuera, o en el umbral de la zona habitable, donde puede existir agua líquida en la superficie de un planeta. La zona habitable está definida por el rango de órbitas alrededor de una estrella, en la que un planeta posee la temperatura adecuada para que exista agua líquida en la superficie del planeta.
En la actualidad, los astrónomos están detectando cada vez más exoplanetas templados y, la próxima etapa, será estudiar con más detalle sus atmósferas, su composición y su química. Será de vital importancia la posible detección de la presencia de biomarcadores en las atmósferas de los exoplanetas más cercanos, incluyendo el oxígeno. De los miles de exoplanetas detectados hasta el momento, unos 50 se consideran potencialmente habitables.